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Alvin y los Marginados (Alvin y los Renegados en españa y Alvin & the Outcasts en inglés) es el nombre del sexto episodio de la serie de TV Dragones de Berk. Este episodio fue estrenado el 25 de septiembre del 2012 en Estados Unidos y el 11 de marzo del 2013 en Latinoamérica.

Descripción general[]

Con la armería destruida y los dragones lejos, Alvin el Traidor y los Marginados invaden Berk para secuestrar a Hipo en orden de aprender los secretos para "conquistar dragones".

Trama[]

El episodio comienza con un resumen de lo que pasó en el episodio anterior, Confiamos en los dragones, y la actual situación en Berk, la armería destruída, y los dragones habiendo sido desterrados de la isla, con Hipo sospechando que Mildew es el responsable. El resumen termina y la escena cambia al actual día en la Isla de los Dragones. Dientepúa y Eructo y Guácara peleaban, pero Chimuelo pronto interviene antes de que empezaran a golpearse. Luego pasa por un lugar poco protegido debajo de una roca, donde está su montura, la cual mira con tristeza antes de mirar hacia el océano, en dirección a Berk, extrañando a Hipo.

La escena luego cambia a Hipo en las costas de Berk, quien también miraba hacia al océano. Después de descubrir que Mildew había enmarcado a sus dragones, él y los otros adolescentes buscaban la evidencia que arrojó desde el acantilado, con la esperanza de que se haya quedado en la playa. Patán se queja en voz alta de que han estado buscando por horas, pero Hipo le dice que solo han estado buscando por diez minutos, y que lo único que estuvo haciendo hasta el momento es construir una pequeña construcción con palitos. Luego le pregunta lo que es, y Patán le dice que la lastimosa construcción era la "Mansión Patán". A continuación, afirma que lo único que necesitaba era una reina, tratando de coquetear con Astrid, pero es rápidamente rechazado. Él es interrumpido por Brutacio quien empezó a pisar la estructura afirmando que estaba "asaltando el castillo". Patapez luego le dice a Hipo que las oportunidades de encontrar lo que Mildew tiró son muy pocas, haciendo una comparación con las oportunidades de Patán y Astrid de salir en una cita. Luego Astrid le dice a Hipo que tal ves nunca encuentren la evidencia. Justo después de que ella termina de decir esto, Patán grita de emoción, e Hipo se apresura rápidamente a ver lo que había encontrado, pero, para su decepción, Patán solo había encontrado un maso que había perdido cuando era pequeño.

La escena luego pasa hacia la herrería, donde Bocón crea algunas armas para reponer la armería destruida. Estoico, que estaba presente, le dice que trabaje lo más rápido que pueda, porque sin armas, Berk está totalmente indefensa. Aunque Bocón afirma que no debió mandar a los dragones lejos, Estoico le dice que no tuvo otra opción. Bocón luego comienza a describir la terrible situación que podría ocurrir en Berk si fueran atacados, especialmente por su enemigo más temido: Alvin el Traidor, quien mataría a todos en orden de reclamar Berk.

Cuando la escena cambia, se revela que Alvin es un enorme e intimidante guerrero que vive en una isla con un grupo de vikingos conocidos como los Marginados, todos ellos desterrados de Berk como castigo por cometer terribles crímenes. Así como Berk, la Isla de los Marginados está habitada por dragones salvajes, pero en ves de entrenarlos, los Marginados siguen luchando contra ellos. Se muestra a los dragones viciosamente atacando a los Marginados, destruyendo toda estructura presente y vegetación en la isla con fuego. Se vio a Alvin voltear una catapulta sin ayuda de nadie, y derribar a un Pesadilla Monstruosa. Luego entran a la versión marginada del Gran Salón, que se encuentra en el interior de un Volcán inactivo y se cierra con una puerta blindada. Él habla con su teniente, Salvaje, y elaboran el plan de ir a Berk y atracar allí durante la noche. Salvaje luego pregunta por qué no llevar a toda la armada. Alvin le dice que no irán a Berk para pelear contra Estoico, sino, para encontrar a un hombre: el "Conquistador de Dragones", refiriéndose a Hipo, pero pareciendo no saber su verdadero nombre o identidad. Creyendo que Hipo es un experto luchando contra dragones, Salvaje le dice que ha escuchado historias sobre el Conquistador de Dragones que lo describen como un hombre de tres metros con la fuerza de doce hombres. Alvin luego afirma que no debería ser muy díficil de encontrar, claramente convencido de que puede vencer al "Conquistador".

Volviendo a Berk, Hipo intenta decirle que Mildew es responsable de la destrucción de la armería, pero Estoico le explica que para creerle primero debe tener pruebas para acusar a un hombre de alta traición. Más tarde, en la puesta del sol, Hipo y Astrid caminan juntos por los acantilados. Hipo afirma que tienen que probar que Mildew inculpó a los dragones, ya que es, probablemente, la única manera de recuperarlos. Astrid luego mira por el acantilado y ve, en la distancia, una nave atracando en un lugar muy inusual. Ella pregunta por qué uno de sus barcos atracaría allí, e Hipo saca su catalejo y mira  a través de él para ver mejor al barco. Él luego le dice que ese no es uno de sus barcos, y que necesitan decirle a su padre rápido, Entonces corren hacia el Gran Salón.

Más tarde esa noche, Alvin y sus hombres desembarcan en la playa, y van en busca del Conquistador de Dragones. En el Gran Salón, muchas personas están preocupadas. Estoico intenta calmarlos, el miedo es en lo que los Marginados se basan. En ese momento, un vikingo entra y dice que hay 30 Marginados aproximándose, y que todos ellos están armados hasta los dientes. Bocón luego apunta aunque sin armas, están indefensos. Mildew luego aprovecha el momento para echarle la culpa a Hipo, pero Estoico lo ignora y anuncia que él, Bocón y varios vikingos más irán al bosque y desviarán a los Marginados. También ordena a Abono y Cubeta que guíen a los niños y ancianos hacia la Playa de Thor, ya que hay cuevas en las que pueden esconderse. Todos se van, pero Astrid insiste en quedarse y luchar. Estoico le entrega un hacha de los Marginados que originalmente pertenecía a Alvin, pero le ordena ir con los demás y ayudar al protegerlos. Ella asiente y se va. Hipo le dice a su padre que necesita llegar hacia los dragones para que puedan defenderse. Él se lo permite, pero le dice que tenga cuidado, ya que no tiene idea de lo que Alvin es capáz de hacer. Estoico, Bocón y otros dos vikingos se van inmediatamente después de Hipo para ir al bosque y crear una emboscada.

La escena cambia al borde de un acantilado, donde se ve a Patapez sentado tratando de componer un poema sobre cuanto extraña a Gorgontúa. Dice el verso "Mi corazón está vacío", cuando de repente es interrumpido por Alvin, quien afirma que, "Nada rima con vacío". Alvin luego lo agarra por el cuello y le ordena decirle el nombre del Conquistador de Dragones. Patapez, sin embargo, solo grita al máximo de sus pulmones, y Alvin, furiosamente, lo tira al océano desde el acantilado. Hipo es visto correr hacia los muelles. Cuando ve a un grupo de Marginados acercándose, casi es descubierto, y es forzado a esconderse detras de una casa. Luego escucha algo detrás de él y voltea para ver a Patapez, quien le dice que Alvin lo está buscando, "El Conquistador de Dragones".

Alvin y Salvaje, recorriendo el pueblo, ven que la armería está destruída. Luego localizan la casa de Estoico. Alvin derriba la puerta de una patada y le exige a Estoico que se revele, pero él no estaba allí. En ese momento, uno de sus hombres se aproxima y afirma que ha visto huellas frescas que llevan al bosque. También ha resivido informes de un hombre grande con un cubo en la cabeza (Cubeta) que se dirige hacia la playa. Alvin decide que deben dividirse. Le ordena a cuatro de sus hombres ir a buscar en el bosque, mientras que él y los otros van a la playa. Luego le pregunta a Salvaje cuantos rehenes creé que vale el Conquistador de Dragones. Hipo y Patapez escuchan su conversasión mientras se esconden, y Patapez luego le pregunta que van a hacer. Hipo le dice que vaya al bosque y trate de advertirle a Estoico, mientras él trata de adelantarse a Alvin y advertirle a Abono y los demás.

Mientras tanto, en el bosque, Bocón explica que cuando los Marginados vengan a buscarlos, van a emboscarlos. Estoico luego le pregunta qué armas traen con ellos. Bocón le dice que tienen dos sartenes, un rodillo y un cuchillo de cocina. Estoico no parece tener esperanza de éxito con la emboscada, pero Bocón lanza el cuchillo a un árbol, causando que se parta en dos. En otro lugar, Abono lleva a la gente a las cuevas, pero luego se dá cuenta de que Cubeta se perdió. Una niñita luego le dice que Cubeta regresó a buscar su cordero de trapo. Abono regresa a buscarlo y lo encuentra con el cordero. Cubeta dice que no pudo evitarlo, ya que la niña había estado llorando. Abono luego suspira y le dice que su cubeta es dura pero su corazón es suave. Los dos comienzan a volver para guiar a los demás, pero pronto son capturados por Alvin y sus hombres, quienes afirman que siguieron a Cubeta. Hipo llega, pero se esconde al ver a Alvin, y se dá cuenta de que era demasiado tarde para advertir a los demás. De vuelta en el bosque, los Marginados persiguen a Bocón y lo acorralan, pero luego son emboscados por Estoico y los otros, que tuvieron éxito en detenerlos. Los vikingos escuchan a alguien aproximarse y Estoico lo taclea, solo para descubrir que es Patapez, quien le advierte que Alvin está buscando a Hipo.

En la playa, Alvin y los Marginados mantienen a Abono, Cubeta, Patán, Astrid, Brutacio, Brutilda, Mildew y los otros rehenes. Alvin se presenta frente a los que no lo conocen, y les explica que no está allí por ellos, sino, por el Conquistador de Dragones. Mildew le dice a Astrid que se vaya despidiendo de su querido Hipo, y levanta la mano para tener la atención de Alvin, planeando decirle sobre Hipo. Rápidamente Astrid le da un codazo en la cara noqueándolo; ella lo atrapa y le dice que su "abuelo" está cansado y necesita tomar su siesta, después lo deja caer con disgusto en cuanto Alvin se dá la vuelta. Alvin continúa, diciendo que si le dicen quién es el Conquistador de Dragones, los dejará a todos libres. Patán decide mostrarle a Alvin quién es un conquistador: toma su mazo y ataca a Alvin por la espalda, pero cuando se dá vuelta y lo mira, Patán se asusta y le ofrece su mazo en su lugar. Alvin le dice que revise sus pantalones porque se había mojado. Astrid le lanza su hacha de batalla, pero Alvin se vuelve a dar la vuelta y la atrapa, diciendo que está felíz de tener su vieja hacha de nuevo. Los Marginados la empujan hacia Alvin, quien le dice que tratar de matarlo no fué muy inteligente. Luego le exíge que le diga quién es el Conquistador, tirando dolorosamente de su cola de caballo. Hipo entonces interviene mostrándose, diciéndole que la deje. Luego le dice a Alvin que él es el Conquistador de Dragones, pero los Marginados se ríen de él, y Alvin lo llama "la vergüenza de Estoico". Hipo luego señala que en la isla no hay dragones, y que él es el responsable de eso, guiñandole un ojo a Astrid, quien, siguiéndole la corriente, le dice a Alvin que es cierto, que todos los dragones le temen, y que incluso conquistó a un Furia Nocturna. Alvin lo acusa de fanfarrón, pero dice que simplemente hay una forma de saber si lo es o no: llevarlo a la Isla de los Dragones.

Mucho más tarde, Hipo y Alvin ya se habían ido, mientras todo el resto, incluyendo a Patapez quien no era un prisionero anteriormente, permanecen cautivos en la isla por los Marginados que se quedaron. Estoico y Bocón embóscan a los Marginados exitosamente. Estoico intenta interrogar a uno para averigüar la ubicación de Alvin, pero Astrid le dice que él mismo se entregó a Alvin y que están en camino a la Isla de los Dragones. Mientras tanto, por la madrugada en el barco de Alvin, se revela que Hipo ha sido obligado a punta de espada a permanecer en el mástil por Salvaje y otro guerrero Marginado, con Hipo preguntando si es realmente necesaria la espada. Alvin empieza a declarar irónicamente que Hipo seguramente ha escuchado historias de él, pero Hipo finge ignorancia, negando indiferentemente que su padre le ha contado historias sobre el enemigo más temido de Berk. Él parece ser intencionalmente irritante hacia Alvin, pero le dice que hará lo que él dice si promete dejar a su tribu en paz. En una nave diferente, Estoico, Bocón, Astrid, Patán, los gemelos, Patapez y varios vikingos cargan las catapultas, mientras, Estoico les dice que ellos se quedarán en la cubierta mientras Astrid y los otros van por los dragones. Los gemelos se ofresen para golpear a Alvin, pero Estoico les dice que no se trata de Alvin, sino de Hipo: están allí para llevarlo a casa.

La escena vuelve con Hipo y Alvin, que atracan en la Isla de los Dragones. Hipo es escoltado desde el barco hasta la playa por varios Marginados. Luego Chimuelo aparece de la cueva que antes era del Muerte Roja. Los Marginados se asombran y se asustan, preguntandose lo que es, a lo que Hipo responde que es un Furia Nocturna, "la cría maligna del rayo y la muerte misma". Los Marginados intentan apuntarle con sus ballestas, pero Hipo los detiene diciendo que las flechas sólo lo pondrán furioso. Hipo se ofrece para mostrar sus habilidades para luchar contra dragones usando al Furia Nocturna como ejemplo, Alvin felizmente acepta mirar, diciéndole a sus hombres que estaban a punto de ver a un chico siendo devorado por un dragón. Hipo se acerca, y Chimuelo alegremente se abalanza sobre él y lo empieza a lamer. Hipo le hace entender a Chimuelo rápidamente la gravedad de la situación, entonces ambos pretenden luchar, aunque la actuación no era muy convincente. Aunque oscurecido por su cuerpo y alas, Hipo comienza a ponerle la montura en la espalda a Chimuelo. En ese momento Alvin y sus hombres empiezan a sospechar, pero ya era demasiado tarde, ya que Chimuelo se da vuelta con su jinete en su espalda, quien dice en triunfo, "Por cierto, no es Conquistador de Dragones, es Entrenador de Dragones". Con esto dicho, Hipo y Chimuelo salen volando. Alvin pronto se da cuenta de que está en un situación difícil, y ordena a tus hombres que disparen las catapultas. Chimuelo esquiva las tres rocas que le lanzaron, pero pierde ligeramente el equilibrio. En el tiempo que le llevó recuperarse, los Marginados habían disparado una ráfaga de flechas.

Hipo y Chimuelo están completamente indefensos, pero antes de que las flechas llegaran a Chimuelo, son incineradas por Torméntula, mientras los otros adolescentes llegan en sus dragones. Estoico navega en el rango de la nave Marginada y dispara las catapultas, tratando de destruir las catapultas de los Marginados. Los dragones se precipitan a atacar, y Salvaje dispara una catapulta, que pasa por la propia vela de los Marginados. Aunque sorprendida, Torméntula hace un tonel rodado poniendo a Astrid fuera de peligro, pero Astrid no tiene tiempo de reaccionar y cae de espaldas en la nave de Alvin. Él rápidamente se apodera de ella y le dá la bienvenida a bordo. Hipo al ver esto le dice a los adolescentes que paren el fuego, pero Patán no entendió y le ordena a Dientepúa disparar. Afortunadamente el disparo cae en el agua creando una nube de vapor. Estoico ve esto como una estrategia y le ordena a Hipo que todos los dragones le disparen al agua. Hipo ordena a los jinetes hacer esto, y los dragones crean una enorme nube de neblina.

Los Marginados comienzan a perder la confianza y se sienten intimidados, ya que no pueden ver nada debido a la neblina, a través de la cual pueden escuchar los rugidos de los dragones. Alvin les ordena disparar a cualquier cosa, causando que disparen en direcciones al azar. Estoico luego embiste la nave de Alvin con su bote. Alvin pierde el equilibrio y Astrid se libera y lo golpea dos veces con un remo. Antes de que pueda recapturarla, Chimuelo vuela y lo embiste en su cara. Con un giro rápido, recogen a Astrid y escapan de la nave de Alvin. Estoico salta a bordo y empieza una pelea a puñetazos con Alvin, afirmando que fué bajo de su parte secuestrar a su hijo, y Alvin responde diciendo que él tendrá lo que quiere. Alvin toma la soga de un ancla y comienza a azotarla a su alrededor intentando matar a Estoico, pero su ancla se queda atorada en la ornamenta principal de su barco la cual dañó en un ataque anterior. Estoico tira la cuerda hacia adelante y ata las muñecas de Alvin, antes de despertarlo con un golpe a su cara. La ornamenta se quiebra y tira a alvin por la borda. Empujando su nave a la libertad, Estoico salta de vuelta a la seguridad y le grita a Hipo y los otros que quemen la nave. Hipo y Chimuelo asaltan mortalmente la nave Marginada mientras los Marginados saltan al agua. Cada dragón dispara a la nave y pronto la hunden. Hipo luego aterriza en la nave Hooligan y le explica a su padre que sentía que si podía llegar hasta Chimuelo, podría hacer las cosas bien. Los dos luego miran a los restos ardientes de la nave de Alvin.

Mientras los chicos vuelan triunfantes en sus dragones, Alvin los mira desde la playa de la Isla de los Dragones, y aunque él y sus hombres están varados, habiendo perdido ante Estoico y su hijo, él empieza a reírse cruelmente diciendo: "¡Ellos montan dragones! Nosotros atraparemos a ese niño y montaremos dragones!" Con esto, los demás Marginados empiezan a reírse siniestramente.

De vuelta en Berk, la multitud aclama a los dragones victoriosos, dándoles la bienvenida de vuelta a la isla. Hipo le dice felizmente a Chimuelo que está otra ves en casa. Mildew es el único infeliz, e intenta recordarle a todos lo que los dragones habían hecho (o mejor dicho lo que él hizo para inculparlos), pero Estoico le dice que los dragones salvaron la vida de todos, y lo silencia, desafiándolo a protestar más. Hipo lo sigue de cerca, y le dice con severidad que, aunque no pueda probarlo, él nunca olvidará lo que hizo para inculparlos. El episodio termina con los jinetes y sus dragones caminando felizmente desde el muelle hasta la ovación de su tribu.

Eventos Importantes[]

  • Aparecen Alvin el Traidor y la tribu de los Marginados.

Galería[]

Alvin el Traidor

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